La Agencia Internacional Para la Investigación del Cáncer (IARC) destaca que los descubrimientos científicos han planteado un cambio de paradigma: se dejó de buscar “un medicamento para curar el cáncer” y se intenta buscar “el medicamento adecuado para cada paciente”.
La comprensión de los procesos mediante los cuales las células cancerígenas se originan, multiplican e instalan dando origen a un tumor han cambiado radicalmente en los últimos 10 años, sobre todo luego de la secuenciación del genoma humano. Es por ello que la búsqueda de nuevos medicamentos para su control y/o erradicación va direccionándose al encuentro de métodos más específicos para cada tipo de cáncer.
Los avances científicos permiten entender que existen distintos tipos de cáncer y que aun dentro de un mismo tipo existan subtipos celulares. Esta es la razón por la que no todas las personas afectadas con un determinado cáncer responden de igual manera a un tratamiento dado. Es por ello, que los descubrimientos científicos han planteado un cambio de paradigma: se dejó de buscar “un medicamento para curar el cáncer” y se intenta buscar “el medicamento adecuado para cada paciente” lo que implica un tratamiento más específico de acuerdo a las características propias de cada tumor en un paciente determinado. La medicina de precisión o personalizada
pretende identificar a priori qué paciente será sensible a un tratamiento dado y quien será resistente, permitiéndole al médico un abordaje terapéutico más objetivo y al paciente mejores condiciones clínicas para afrontar la terapéutica establecida.
Las estrategias terapéuticas en estudio intentan lograr que el paciente pueda convivir con el cáncer, como se convive con el SIDA o la diabetes, transformando una enfermedad muchas veces mortal en una enfermedad crónica que no afecte de manera significativa la calidad de vida del paciente.
La ciencia nos revela un futuro promisorio a corto plazo, aun así las herramientas actuales no son suficientes para que todos los pacientes oncológicos puedan salvar sus vidas pero sin lugar a dudas son muchos más que una década atrás y la calidad de vida de los que no logran curarse ha mejorado enormemente, eso también se lo debemos a la ciencia.
Fuente: Agencia Internacional Para la Investigación del Cáncer (IARC)