Jonatan Arangue tiene 31 años y es riocuartense. Es un geólogo apasionado por su profesión. Por cuestiones laborales sus días acontecen algunos en Santa Cruz realizando exploración minera, y otros en su ciudad natal.
A través de los medios, hace más de cuatro años, conoció la misión de AFULIC y decididamente se acercó a consultar de qué manera podía ayudar. “En este tema todos tenemos un familiar o un amigo con cáncer. Yo tuve a mi abuela y a otros familiares muy cercanos y en esos momentos decís ‘tengo que hacer algo’, entonces comencé a donar a AFULIC y un tiempo después me registré también como donante de médula” narra Arangue.
Desde aquel momento Jonatan colabora con una cuota mensual voluntaria que abona personalmente y que trata de incrementar mes a mes porque entiende la importancia de que las vacunas para tratar cáncer se desarrollen sin impedimentos.
Días atrás pasó a conocer las nuevas instalaciones de AFULIC y aprovechamos para dialogar acerca de los avances sucedidos en las líneas de investigación gracias al apoyo y compromiso de donantes como él.
Vos también podés contarnos la historia que hay detrás de tu donación, hacelo escribiendo a comunicacion@afulic.org.ar