El voluntariado en primera persona

Desde hace 15 años, Cristina asiste voluntaria y periódicamente a las reuniones de Comisión Directiva. Entrañable amiga de Laura y Luis, fundadores de AFULIC, no dudó en involucrarse en este sueño cuando comenzaba a gestarse. Hoy, observa lo transitado y elige dedicarle unas palabras a la causa que le apresó el corazón.

Hoy, te escribo a vos AFULIC. Quién hubiera pensado años atrás de tu existencia. Recuerdo cuando estaba por cumplir mis 40 años y vos, de alguna manera, comenzabas a tomar forma. Laura, mi gran amiga, nos comunicaba la triste noticia que tenía cáncer. Pasaron unos 6 ó 7 años de constantes, duros y complejos tratamientos pero ella, con toda su valentía, pudo ir más allá y, una vez más, pensar en el prójimo. Te empezó a soñar, a dar forma y en ese sueño estamos, ya con cuerpo, con misión y visión pero lo más destacable es la gente, toda la gente que nos apoyó y nos apoya hoy, que comparte nuestras ganas de tender una mano y poder cerrar puños de victoria frente a este mal que no tiene sentido, así sea porque invade no sólo a la persona que lo sufre sino a toda su familia, sus amigos, su entorno.
Cómo dejar de formar parte tuya mi querido AFULIC. Es casi un imposible. Ante otros hechos de mi vida pensé en hacerlo, pero tomar conocimiento de nuevos casos de cáncer, me impide soltarle la mano a quien lo sobrelleva. AFULIC sos hoy una realidad más debo decirte que dentro de esa gran realidad hay gente maravillosa, con ganas, con fuerza, con responsabilidad, con transparencia, con optimismo y con la certeza de que juntos, podemos.

Cristina Shaw

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