Quince años a lo largo de una vida es un período extenso y muy relevante. El 15º aniversario de AFULIC me brinda la oportunidad de contar en qué situación estábamos como grupo de investigación en 2002 y cómo estamos hoy, en gran medida, por el apoyo que AFULIC fue generando durante este período.
Cuando iniciamos este camino de trabajo conjunto el grupo estaba enfocado en utilizar células malignas inactivadas como vacunas; a estas células las modificábamos introduciéndoles genes que estimulaban la respuesta inmunológica del huésped. La idea se centraba en que éste podía generar una memoria inmunológica contra el tumor. Estudios propios y de otros grupos en el mundo mostraron que este tipo de plataforma de vacunación es adecuado para cierto tipo de tumores que de por sí pueden generar una respuesta inmune fuerte sin atacar al tumor en forma previa. En aquel momento era incipiente la idea de usar virus como medicamento de ataque al tumor pero ya habíamos iniciado las primeras etapas de lo que sería un área central de investigación.
Actualmente, generamos una plataforma en la que el medicamento es un virus que ataca en forma específica al tumor y produce simultáneamente genes que estimulan la respuesta inmune. Para ello fue necesario introducirles a los virus cambios por ingeniería genética que los tornan “inteligentes” ya que reconocen al tumor y están fuertemente atenuados respecto a órganos normales a los cuales no reconocen y por ende no atacan. Tenemos virus diseñados para atacar ciertos tumores de adultos y estamos generando nuevos para ciertos tipos de cáncer pediátrico. Estudios en pacientes han mostrado efectos inimaginables cuando se combinan los virus con otro tipo de medicamentos, por lo tanto el futuro del área es inmenso. Nuestro grupo no sólo está trabajando en virus noveles con diseños por ingeniería genética sino también estudiando la manera que el virus no sea neutralizado y cómo evitar la resistencia eventual al tratamiento.
Este tipo de plataforma -que incluye además entender que el tumor es un órgano compuesto no sólo de células malignas sino de células del entorno que lo ayudan a crecer- llamó la atención de grupos argentinos y del exterior que en conjunto han hecho acuerdos con las autoridades argentinas para lograr la concreción de ensayos clínicos en cáncer de ovario en 2018-2019. Tenemos expectativas que acuerdos similares puedan concretarse en otros virus candidatos para tratar otros tipos de cáncer. Esta medicina traslacional -la que intenta trasladar el conocimiento generado en un laboratorio al paciente- es central en los objetivos del grupo.
En quince años nuestros cambios se dieron también como resultado de los ocurridos a nivel global respecto a la evolución de los pacientes y la respuesta a los tratamientos. Hoy, está claro que la medicina de precisión es la llave para comprender que no todos los pacientes con el mismo tipo de cáncer evolucionarán igual ni tendrán la misma respuesta al tratamiento.
Desde hace casi una década nuestro grupo inició estudios en medicina de precisión, siendo el foco uno en red junto a cuarenta instituciones de América Latina en un proyecto de cáncer de mama que incluye a tres hospitales de nuestro país -María Curie, Roffo y Eva Perón- y dos estudios recientes, uno en cáncer colorrectal -junto al Hospital Udaondo- y un tercero en retinoblastoma pediátrico -junto al Hospital Garrahan-. En todos ellos estamos aplicando plataformas genómicas para establecer los patrones de los tumores de los pacientes argentinos que nos pueden ayudar a definir la manera en la cual evolucionará la enfermedad y la posible respuesta de cada uno a los tratamientos convencionales. Estos estudios serán utilizados a futuro para definir qué pacientes podrían responder mejor a las terapias con virus.
El tiempo transitado junto a AFULIC nos ha dejado una fuerte enseñanza, quizás la palabra que mejor la defina sea “confianza”. El hecho de sentir que hay un grupo de personas que con su trabajo o con su aporte mensual confía en nosotros, en nuestro trabajo, en que estamos haciendo lo máximo y lo mejor posible para juntos poder mejorar la calidad de vida, ofreciendo nuevos tratamientos, y quizás contribuir a la cura en ciertos tipos de cáncer.
AFULIC no es sólo una institución que apoya nuestras investigaciones, es un eje que nos permite tener un ancla fuerte a la sociedad y entender la demanda y la necesidad de la misma. Como una vez me dijo su fundador: “gracias por confiar en nosotros”.
Osvaldo Podhajcer
Director del Laboratorio de Terapia Molecular y Celular