Conociendo al Dr. Osvaldo Podhajcer

Osvaldo Podhajcer ha sido desde el inicio uno más de la familia AFULIC. Para quienes nos han acompañado durante un tiempo, sabrán identificarlo inmediatamente: es el director del Laboratorio de Terapia Celular y Molecular de la Fundación Instituto Leloir y tanto él como su equipo trabajan día a día para desarrollar vacunas terapéuticas contra ciertos tipos de cáncer. Reconocemos su esfuerzo, perseverancia y compromiso con esta causa común, por eso quisimos conocerlo un poco más de cerca.

Osvaldo se define primero como persona, esposo, padre y abuelo: “Lo primero en lo que pienso siempre es en mi familia, y creo que la mayor realización personal pasa por estar con la persona a la que querés o amás, tener hijas, que las criaste   y son personas de bien y están haciendo una vida independiente, tener nietas que son una belleza de nenas y yo creo que, en definitiva, por lo menos en lo que a mí respecta, eso es lo que nutre primordialmente mi vida”. Sin embargo, asegura que no puede separar su yo profesional del resto de su vida, pero tiene claro que son dos cosas distintas, donde cada una ocupa un lugar propio. Lo que sí es un hecho es que está agradecido de estar haciendo aquello que le apasiona, pensando siempre en el otro y en mejorarle la vida a la gente.

El día a día de Osvaldo frente al laboratorio exige compromiso, paciencia y determinación, por ello considera que tiene un motor interno que le ayuda a sobrellevar los pequeños obstáculos cotidianos y una templanza que le permite perseverar en la búsqueda de su objetivo. La experiencia es su mejor aliada: “Hoy, a partir de haber intentado tantas cosas, siempre en la misma dirección desde el 96, claramente hay todo un bagaje acumulado a lo largo de los últimos 18 años que me hacen ver la templanza que hay que tener, la paciencia. Según el rabino Daniel Goldman, la paciencia es la ciencia de la paz. Uno tiene que tener la tranquilidad suficiente para pensar que estos pequeños obstáculos o pequeñas batallas perdidas no son el fin de la guerra ni el fin de los objetivos que uno está buscando. Eso sí que lo aprendí, se los transmito a mis estudiantes y se los transmito a mis hijas también”.

Trabajar en investigación es un trabajo difícil. Para Osvaldo es una enorme responsabilidad, una enorme mochila que sin embargo quiere llevar. Considera de vital importancia concientizar a la gente en los procesos de una investigación para que así puedan entender lo que significa llevar un medicamento desde un laboratorio hasta la sociedad. Normalmente, apunta el Dr. Podhajcer, la relación que la sociedad mantiene con la medicina es la de un servicio que se le brinda, sin embargo, “(…) un porcentaje pequeño de la sociedad tiene claro las etapas que transcurren desde una idea hasta que todo se cristaliza en un medicamento que está en la farmacia para tratar alguna dolencia. En general se desconoce que en una investigación de búsqueda de vacunas se necesitan hacer estudios en un laboratorio para lograr una prueba de concepto de eficacia terapéutica y ausencia de toxicidad; que después debemos pasar a la siguiente etapa donde si todo funcionó bien en forma previa, se necesita pedir una autorización para un ensayo clínico y que este ensayo clínico está compuesto por tres fases, que para poder aspirar a hacer el ensayo clínico en pacientes hay que producir el medicamento bajo normas de uso en seres humanos, todo este proceso demora muchos años. En el área de la salud creo que hay una falta de claridad respecto a las etapas que hay que atravesar para poder llegar con un medicamento a un estante de una farmacia, creo que si esto estuviera más claro, el rol de los científicos que nos dedicamos a la salud humana estaría más claro todavía”.

Es aquí donde enfatiza el rol que juega AFULIC como comunicador y traductor del mundo del laboratorio a la sociedad y como organización que empieza a dar el espacio para que los interesados en esta causa puedan ser partícipes del proceso, compartiendo la visión de un camino que todos recorren juntos. Desde su laboratorio mantienen la premisa de volcar el conocimiento a la sociedad ya que considera que esta batalla tiene que ser un esfuerzo conjunto: “AFULIC, desde el punto de vista de lo que significa para el laboratorio, es un ángel, es algo que nos conecta con la realidad, que nos plantea permanentemente el desafío de que pensemos en el hecho de que hay pacientes y familiares que están detrás y a la expectativa de lo que estamos haciendo. El apoyo que nos da AFULIC es importantísimo para nosotros, desde el punto de vista no sólo de los insumos sino de gente que de repente se queda sin becas. AFULIC permite, a partir del dinero que envía, pagar esas becas. Creo que lo más importante de todo es la sensación permanente de que es una estructura conformada por una enorme calidad humana por encima de todas las cosas”. Comenta también cómo ha crecido en el mundo en los últimos años la importancia de organizaciones como AFULIC, que apoyan a grupos que realizan investigación científica llegando incluso a formar parte fundamental del sostén de los grupos de investigación.

Es precisamente esto lo que considera uno de sus mayores logros, el haber obtenido el apoyo de AFULIC, el apoyo de un grupo de personas que está compenetrada con el mismo objetivo. Se enorgullece en pensar que el modo en el que logra transmitir el mensaje y trabajo que persigue en el laboratorio junto a su equipo es lo que ha logrado forjar la relación con AFULIC y que gracias a esto organizaciones como AFULIC sienten que pueden realmente dar y contribuir. Desde AFULIC podemos asegurar que no sólo nos encontramos con un científico, sino también con una persona de enormes cualidades y mucha calidez. Entendemos que más allá del apoyo existe un grupo amigo y cercano, en el cual no puede mantenerse una relación institucional sin que se nutra de las relaciones personales.

Deja un comentario